miércoles, 29 de febrero de 2012

CAPÍTULO II – REENCUENTRO.

[Narra Leire]
Las cuatro nos metimos en un taxi, que llevaría a cada una a sus respectivas casas. La primera en llegar fue Maki.

-Cuídate hasta que nos veamos, esta noche te llamaremos ¿de acuerdo? - dijo Lydia antes de que Maki se alejara lo suficiente para entrar a casa. Nos dedicó una sonrisa y se despidió de nosotras.

La siguiente, fue Paula.

-¡¿Quieres dejar de dormir de una vez?! – exclamé un poco harta de que se hubiera pasado todo el viaje dormida. – Ya estás en tu casa.
-Vaya forma más tierna de despertarme, amiga. – dijo Paula, pegándome un abrazo fuerte.

Y las siguientes éramos nosotras. No, no íbamos a nuestra casa, íbamos a la oficina de nuestro padre. Era el dueño de una de las mayores discográficas que había en todo Londres, y se pasaba el día allí. Era el único sitio donde podríamos encontrarle ahora.

Nos paramos en la entrada del edificio. Había evolucionado mucho. Podría decir, que era mucho más alto que antes. Llegamos a la recepción, y preguntamos por el dueño. Tal cual decía, estaba allí encerrado en su despacho.

Toqué a la puerta, y al ratito salió.
-¡Leire, hija! - exclamó abrazándome fuerte. - ¿qué haces aquí? ¿Y tu hermana? ¿Ha venido?
-Sí -sonreí- fue al servicio, ahora vendrá.
-Bueno, yo ahora estoy reunido, en cuanto acabe, pediré el día libre ¿de acuerdo? -besó mi frente, y cuando estaba apunto de entrar a su despacho, le detuve.
-¿Puedo conocer a mis posibles futuros clientes?
-Gran idea. -sonrió.

Abrió la puerta, y pude ver a cinco jóvenes y apuestos chicos sentados en los asientos que habían delante de la mesa de mi padre. Sus ojos se posaron en mi nada más entrar.

-Quería presentaros a mi hija, Leire. -dijo él con un tono orgulloso.

Sonreí, y me acerqué a ellos con la intención de darles dos besos, y así fue hasta que llegué a uno de ellos. Uno rubio, con unos preciosos ojos azules.

-¿Leire? ¿Enserio eres tú? -dijo mirándome fijamente, y con una sonrisa.

Quedé un poco confusa al ver que parecía conocerme, pero ¿de qué? Miré a la foto que había en el escritorio. Mi hermana, unos viejos amigos y yo. ¡Eso era! Eran ellos.

-¿Niall? -dije sorprendida, y con una amplia sonrisa. Lo abracé tan fuerte como pude.

Estuvimos un rato sobre lo que habíamos cambiado, lo que hacíamos y un resumen de lo que había pasado en nuestras vidas hasta entonces. De repente, pudimos oír unos pasos acercarse. Mi hermana entró por la puerta, y tal cual me había pasado a mi, todas las vistas fueron hacia ellos.  Ella les saludó a todos con una amplia sonrisa en sus labios, excepto al llegar a Zayn. Él se acercó para abrazarla, pero ella dio un paso hacia atrás. Le miró seriamente, clavando sus ojos en los suyos, y terminó por salirse de la habitación a pasos rápidos.

[Narra Lydia]

Miles de momentos vinieron a mi cabeza, y empezaron a hacerme sentir mal. Por una parte, recordé aquella carta que él me dio justo antes de la despedida. De una manera, sentí que le había traicionado, le dije que para siempre, y yo ahora tenía novio. Después, recordé a él con aquella chica, y la ira se apoderó de mi. No tenía ganas de verle, ni de tocarle, no tenía ganas de volver a estar con él.  Noté un cálido tacto en mi mano, que me hacía detenerme. Podía imaginarme quien era, pero no tenia ganas de girarme a asegurarme, no quería que él me viera tan débil, pero no pude resistirme. Me sequé las pequeñas lágrimas que había soltado, y me digné a verle. En efectiva era él. Me miraba fijamente, serio, y confuso. Y de repente, me abrazó. No quería irme, pero mi orgullo me pudo y me zafé de él.

-¿Qué te pasa? No te entiendo.. - dijo él.
-Es muy fácil declararte mediante una carta, ignorando que esta no te esta creyendo, encontrarnos años despues y aparentar que no ha pasado y que todo puede volver a ser como antes. Todo ha cambiado, y no esperes que por ser el chico de moda voy a caer otra vez rendida a tus pies. No otra vez -contesté secamente mientras – Pero ¿sabes? Tampoco espero que me entiendas. - y dicho esto, le dediqué una última mirada, y desaparecí de allí.

[Narra Leire]

Miré a los chicos, y ellos parecieron entender lo que quería hacer. Sonreí, y salí de ahí, para hablar con mi hermana y ver que pasaba. Sabía perfectamente dónde iba a estar.

Llamé al ascensor, y al abrir las puertas, tal y como y imaginaba ella estaba allí, sentada, y seria.

-Por favor, vete, no quiero hablar con nadie.
-¿No vas a contarle a tu hermana lo que ha pasado? - me fui adentrando al ascensor para acercarme a ella.
-No.
La abracé tan fuerte como pude, y aunque ella no me correspondió, sabía que lo único que quería era tener apoyo a su lado.
-¿Sigues sintiendo algo por él?
Se secó las lágrimas que le quedaban, e hizo un esfuerzo por nergarlo.
-¿Qué ha pasado?

Me empezó a contar todo desde el principio. Lo que pasó el día que os marchamos – que me sorprendió muchísimo – y lo que acababa de pasar hace unos minutos.

[Narrador]

Mientras tanto, los chicos trataban de sacarle a Zayn lo que le pasaba, pero él no daba contestación alguna. Estaba realmente cabreado, y se podría decir que también confuso. No entendía nada de lo que acababa de pasar hace unos segundos, y menos, lo que ha sentido al volverla a ver, tan hermosa como la recordaba. ¿Y si nunca la llegó a olvidar del todo? ¿Y si siempre sintió algo por ella? Fuera lo que fuera, se sentía que había estado engañado todo este tiempo. Se hartó de los chicos, y decidió bajarse a la calle, a fumarse un cigarrilo.
En cambio, Lydia seguía en el ascensor sentada, encogida, abrazando sus piernas, pensando y pensando, tanto que sentía que en cualquier momento le iba a explotar la cabeza. Su móvil sonó. Vio el nombre que figuraba en la pantalla “Michael” y sonrió.
-Hola hermosa,  ¿cómo estás? Me enteré de que volviste a Inglaterra -contestó al ver que ella ya había aceptado la llamada.
-Hola Michael. -dijo con un tono apagado, pero tratando de sonar convincente.
-Uy... ¿y ese tono?
-Nada, tan solo esto un poco cansada del viaje.
-Bueno, es normal. -contestó.
-Quiero verte... ¿dónde estás ahora?
-Estoy en un bar próximo a la oficina de tu padre ¿vienes?
-En unos minutos estoy allí.
-Te quiero. -dijo él.
Ella se calló unos segundos, recapacitando todo, pensando. ¿Y si sus te quiero hacia Michael siempre fueron una mentira?
-Yo también. -soltó de repente, no muy convencida.

Mientras Lydia iba a la cafetería, para reencontrarse con su novio Michael, Louis sugirió bajar a la cafetería que había aquí al lado, y charlar más tranquilamente, para romper la tensión que se había formado.

[Narra Leire]

Louis propuso bajar a tomar algo, y todos aceptamos. No estaba muy llena de gente, y fue un alivio para los chicos. Nos sentamos todos en una mesa, pedimos unos cafés y estuvimos hablando un rato. En uno de esos momentos de curiosidad de Niall, en los que mira a todas partes como si buscara algo, se fijó en algo que le llamó la atención.

-Leire ¿no es esa tú hermana? -dijo mirando el objetivo.
-Sí... y Michael... -suspiré con desgana.
-¿Quién es? ¿Su novio? -preguntó con interés Zayn, sin quitar la vista de ellos.
-Desgraciadamente, sí. -desvié la mirada de ellos, y volví a mirar a los chicos. -No es un chico que me agrade mucho, pero bueno... qué se le va a hacer.

Lydia y su novio habían terminado de hablar, se dieron un beso, y él salió por la puerta. Ella se quedó quieta en la barra por unos instantes, sentada, hasta que la llamé para que viniera con nosotros. El único puesto que había libre era al lado de Zayn, y sin un gesto raro ni nada, ella se sentó.

-Estábamos hablando de hacer una quedada este fin de semana, para recuperar el tiempo perdido ¿vienes? -le preguntó a mi hermana.

Ella se quedó mirando fijamente un punto fijo, un vaso, seria, sin expresión, parecía que no se había enterado de la pregunta, pero si lo hizo.

-¿Ah? Sí, gran idea.
-Podríamos hacerla en casa de mi padre, donde fuimos antes y después de factor x. ¿qué os parece? -propuso Harry con su amplia sonrisa.
-Sería perfecto, revivir viejos tiempos...-dijo Niall.

Zayn y Lydia de vez en cuando se soltaban alguna que otra mirada discreta, y yo les veía. Por mucho que lo negaran, ellos seguían sintiendo cosas el uno por el otro.

-Esta tarde tenemos que ir a grabar una maqueta ¿os apetece venir? -preguntó Zayn mirándonos a las dos.
-No.. lo siento, tengo planes. -dijo mi hermana seria.
-A mi me gustaría. -sonreí.

Y así continuamos un par de horas, hasta que tuvimos que separarnos. Ellos insistieron en pagar la cuenta, y no nos quedó más remedio que aceptar. Quedamos en que a la tarde, pasarían a por nosotros. Nos despedimos todos. Pude ver como Niall se alejó con mi hermana unos metros, y estuvieron hablando unos instantes, y los celos invadieron todo mi ser, tanto, que me adentré al edificio en busca de mi padre sin esperarla.

1 comentario:

  1. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! es fantasticoo!!! no dejes de escribir!!!!! cuando subas un capitulo nuevo me avisas, porfa? este es mi twitter : https://twitter.com/#!/one_think_1D
    Me encantaa!!!!

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